Jack The Ripper

*Nombre completo: Jack Hoffman

*Edad: 24

*Profesión: Sicario. Mercenario. Ladrón de almas.

*Relaciones: (Link de vuestras relaciones)

*Objetos personales:

*Gustos:
Al ser un ser tan complejo como Jack, los gustos de tal no podían ser menos. Dichos gustos, no podían ser menos que la sangre, el color rojo por supuesto, las películas cuanto más sangrientas posibles y en general, todo aquello que le recuerda a la sangre y al asesinato. Mientras más brutal, mejor. Aunque lo que más le gusta, y aunque suene raro después de que sea un ser que desprecie al ser humano, es el olor femenino, la fragancia de su pelo, etc.… Puede con él, es uno de sus escasos puntos débiles, y muchas veces se ha visto obligado por el mismo de no asesinar a alguien al oler su cabello. (A una mujer, obviamente.) Pero a pesar de ello (y esto lo coloco aquí, en gustos y preferencias) no tiene ninguna tendencia sexual. No se siente atraído por las mujeres, ni por los hombres. También es un amante de lo pulcro, la limpieza en él es algo que impera. Por lo tanto, siempre tiene su casa brillante y su aspecto igual, tan reluciente como su mismo pelo.

*Manías:
Jack, aunque es inconsciente de ello, realmente tiene miedo a sentir remordimiento, culpa, pena, lástima o piedad por alguna de sus víctimas, pues entonces acabara siendo víctima de él mismo. A parte, miedos destacables no tiene. Si que tiene miedo a cosas infantiles, como son el agua, o el fuego, no se puede especificar el origen de dicho miedo, pero existe. Después, encontramos en él la manía de la ropa. Como destaqué anteriormente, es una persona que tiene como manía, por decirlo de algún modo, ropa estrictamente blanca o negra, ni de otro color, ni de ambos. Solo ropas de un mismo color. También cabe destacar que es un maniático de la limpieza, dentro de lo cual es casi tan estricto como a la hora de realizar sus crímenes. También, posee numerosas manías a la hora del asesinato, así como a la hora de confeccionar un cadáver, ya que después del crimen, si le ha sabido a poco, suele desmembrar el cuerpo y hacer figuras con él, o simplemente sacar sus órganos para jugar de algún modo con la policía. He de señalar que a pesar de ser un psicópata, no es de esos que deja pistas a la policía para jugar con ellos, simplemente los confunde. No deja una firma evidente en todos sus crímenes, es más, utiliza ‘pseudónimos’ dentro de los criminales. Con esto quiero decir que para despistar a las autoridades, sella sus víctimas con la marca de otros asesinos en serie. (Con esto no quiero decir que los marque literalmente, sino que los asesina a su manera, o cosas por el estilo.)

*Descripción física(no vale spoiler):
Sin duda, lo que más llama la atención de Jack es su pelo blanco, no muy corriente en el resto de jóvenes de su edad. Podía decirse que son canas precoces, por así decirse, pero no. Su color no es el mismo con el qué se tiñen los pelos con el paso del tiempo, es un blanco más grisáceo. Plateado, de algún modo puede distinguirse del blanco envejecido que caracteriza a las canas. Después de eso, también puede destacarse sus ojos azules, cristalinos, que junto con su pelo blanquecino hacen una combinación bastante pintoresca, a la vez que inquietante si la mirada es la correcta. Después, podemos señalar que su rostro se podría clasificar de atractivo, dentro de lo que cabe. Sus rasgos faciales conjuntados con su mirada y su pelo blanco dan una imagen de él atractiva y del mismo modo, como dije antes, inquietante y seria. Para nada parece alguien compasivo, agradable o simpático.
Al ser un maniático de lo pulcro, odia cualquier tipo de vestimenta ilegible o que no sea de color blanca o negra. Solo viste esos dos colores. Igualmente, rehúsa de los tatuajes, piercings y tantas modas urbanas que existen para adornar su cuerpo. Ni tan solo tintes, su pelo no es teñido, a pesar de lo que puedan pensar, pura genética. Sus vestimentas, aparte de ser estrictamente de color blanco o negro, no tienen una clasificación especial, con esto me refiero a que no lleva una moda casual o de una época. Viste como le plazca, como surja en el momento. Eso sí, siempre del modo más formal posible. En cuanto a su forma física, cabe destacar que es atlético. Está en forma. A parte de que esto se palpa visiblemente en sus marcados músculos (con esto no quiero decir que sea culturista, pero tampoco es un tirillas.) de sus abdominales, dorsales, etc.… Marcas de nacimiento, no tiene más que la de su pelo, que no es poco. Pero cabe destacar que tampoco tiene vello más que el de su cabeza. No le sale vello facial, ni en las axilas, pecho, zona púbica…nada. Su piel es suave como la de un niño recién nacido.

*Descripción psicológica:
Mentalidad brutalmente trastornada. Mente enfermiza. Trastornos psicológicos de grandes dimensiones pueblan su cabeza a modo de okupas permanentes, que un día entraron por la gracia de Dios y de donde no saldrán nunca. Ve a las personas como enemigos, aunque no les da la suma importancia de tales. Por decirlo de algún modo, ve a las personas como hormigas, siendo el él oso hormiguero que tiene el poder de alimentarse de ellas con un solo movimiento. Para él, la humanidad no significa más que un puñado de insectos que con sus actos y su cobardía destruyen la colmena de la que consumen más miel de la que recolectan. A pesar de que Jack forma parte de esa colmena, está en el exilio total. Desertor innato, no es que esté en contra del sistema, sino que para él el sistema no existe, por lo tanto, las reglas que imperan sobre la sociedad para él no son más que pura mentira, palabras sin sentido. Nada. De este modo, no tiene creencia alguna más que en la de destruir por puro vicio, adicto a la sangre más incluso que algunos vampiros. (De los cuales, por cierto, no tiene constancia. Así como de las otras razas).
Sufre de manía persecutoria, entre otras cosas. Por lo cual, siempre está alerta de cualquier cosa que pase a su alrededor. Pero, debido a las paranoias que inundan su cerebro, cualquier cosa que pase, cualquier roce, cualquier mirada, significaría una prueba de peligro y por lo tanto, ejecutaría al supuesto agresor en cuanto tuviera la oportunidad. Amante incondicional de la soledad, nunca se le verá relacionarse con otras personas. Es un ser totalmente solitario e independiente, aunque no es de extrañar debido a sus enormes problemas mentales. A parte, no podría relacionarse con nadie debido a su rechazo o desprecio hacia la humanidad, raza a la que por desgracia se vio obligado a pertenecer. A pesar de esto, se ha logrado acostumbrar a la situación y ha sabido comportarse, entre comas, en público. En teoría para no levantar sospechas. Aunque apenas hable con otras personas, más que cuando es sumamente necesario, no destaca entre los demás por un comportamiento extraño. Sin embargo, a espaldas de la sociedad,
traza delimitados y limpios planes para degollar, decapitar y desmembrar a sus víctimas, a las cuales escoge o bien al azar, o bien por algún motivo. Pero siempre vigila bien los pasos de sus víctimas antes de atacar, cual cazador. No da pasos en falso y nunca avisa, siempre actúa.
Evidentemente, la piedad para Jack es algo tan ridículo como las normas. Es un sentimiento que nunca ha experimentado, por lo tanto, no conoce la pena o la tristeza. Tampoco reconoce estar loco, para él sus comportamientos son totalmente normales, contrarios a los del resto de las personas, que son los que se equivocan. Lo que acarrea que no conozca el significado del bien y del mal. Para él sus asesinatos están merecidos, las personas a las que brutalmente ha asesinado lo merecían, por un motivo y otro.
En cuanto a sospechas, Jack nunca levantó la más mínima sospecha. Gracias a que no tiene seres queridos, ni amigos, ni cosas por el estilo Jack siempre ha sido a ojos de los demás ‘aquel chico solitario de pelo blanco’, pero nunca un asesino. Gracias también a la limpieza extrema con la que Jack trata a sus víctimas y con las que cuida sus asesinatos, muy meticulosamente. Por lo tanto, nunca ha tenido problemas con la autoridad, aunque sus manos estén completamente tiznadas de sangre.
Como también era evidente, el sentido de la culpa o el remordimiento son algo inexistentes en él. Por lo que, como ser sin escrúpulos que orgullosamente es, a veces para divertirse (Si, a pesar de ser un loco asesino también se divierte. A su modo, pero lo hace.) Secuestra a sus víctimas en lugares cerrados, alejados de la multitud, en desiertos o superficies por el estilo, donde juega con sus víctimas, encerrándolas en un laberinto mortal, a modo de ratonera, viendo como el susodicho sujeto pelea por vivir inútilmente, hasta que finalmente acaba muerto. Debido a que estos laberintos podrían ser una importante prueba del crimen, se ve obligado a trazar inteligentes y elaborados planes para borrar huellas. Lo hace de un modo tan brillante que podría juzgarse a Jack de ser un genio, diabólico y sanguinario, pero genio al fin y al cabo.
Después está la parte de las voces, y las visiones. TJack con frecuencia, oye numerosas voces en su interior, dentro de su cabeza. Dichas voces, para nada le dicen lo típico de ‘Mátalos a todos’ o cosas por el estilo. Son las voces de sus víctimas, recuerdos que quedaron grabados en la mente de Jack permanentemente. Sus últimos sollozos, lamentaciones, suplicios, etc. Esto hace que Jack sonría ampliamente cuando las escucha, estimulándole a producir un asesinato de inmediato, o simplemente a maquinar un diabólico plan en su corrompida cabeza. En cuanto a las visiones, por llamarlas de algún modo, tiene desvaríos que hacen que vea cosas que él no ha vivido, tormentos sufridos por otras personas, viéndose incluso asesinado por sí mismo. La voz de las víctimas, de todas y cada una, está grabada dentro de él y le atormenta con esas visiones, ensangrentadas y terroríficas que hacen que Jack pierda los papeles y tenga que sufrir de lo lindo para no acabar con algo o alguien en el momento. Es importante mencionar los diarios sueños que Jack presencia mientras duerme, en los que aparecen paredes manchadas de sangre, cadáveres desmembrados y totalmente ensangrentados, y muchísimas más ámbitos sangrientos y degradados del ser humano.
En líneas generales y para abreviar un poco, Jack es un psicópata incomprendido, quiero decir, que para él lo correcto es matar, nadie le dijo lo contrario, y su enfermedad se fue desarrollando sin medida alguna hasta llegar a los límites actuales. A pesar de ello, no sirve para eximirlo de la culpa de esos asesinatos, y aunque los hizo intencionadamente una pequeña parte de él, que por desgracia perdió la voz, no quería hacerlo.

*Historia:

No se puede encajar una historia concreta a la persona de Jack, pues la historia el mismo se la ha forjado a base de sangre. Jack nunca fue un niño normal, pues no jugaba al fútbol, ni a las consolas, no se interesó por las chicas, ni si quiera sabe lo que es salir de marcha. Él estaba cómodo en su soledad, su eterna y maldita soledad. A pesar de ser un ser extremamente solitario, se dio cuenta de que necesitaba a las personas, las necesitaba para saciar sus perversos instintos que a medida que pasaban los días iban floreciendo de tu enferma cabeza. Los padres de Jack, despreocupados por completo de su hijo, no veían lo que sucedía realmente. La mirada de Jack estaba totalmente apagada, pero ardía en macabros deseos por dentro. Para Jack nunca estuvo mal tener esos pensamientos, nunca los tomó como tonterías, como obras del demonio o cosas semejantes. Siempre fueron sus pensamientos, y para nada eran malos, a sus ojos. Por lo tanto, durante su adolescencia alimentó su soledad con los deseos de asesinar violentamente a sus compañeros de clase, familiares y en general toda persona que se cruzase en su camino. Pero no lo hacía, de momento no. Nunca fue un mal estudiante, le encantaba y encanta todo aquello que sea aprender, el conocimiento le apasiona. Por eso tampoco llamó la atención de los psicólogos del colegio, de sus familiares cercanos…solo le bastaba con sacar excelentes notas para tenerlos a todos contentos. De ese modo Jack creció en soledad, una adolescencia sin amigos, totalmente solo, sin afecto, sin cariño. Esto le sirvió para darse cuenta de que no era menester en su organismo el recibir cariño ajeno, le bastaba con su desvariada mentalidad. Una vez entrada la supuesta madurez humana, cuando se es considerado un hombre al individuo, Jack siguió exactamente igual que cuando era niño, solo que con el notable desarrollo de su desgarrada mentalidad y todo lo que conllevaba este hecho. Así, comenzó a realizar sus primeros crímenes. La sangre ya había desvirgado sus manos. El acero blandía sobre la fina piel de las primeras personas que serían víctimas de sus eternos juegos. Solo en ese momento, cuando se deja de respirar, cuando la sangre sale a borbotones de la boca ajena hasta ahogarlo, solo cuando siente como las pulsaciones de su víctima se van apagando poco a poco, muy lentamente, es cuando Jacky sonríe. Sus crímenes no son cometidos con una explicación alguna, ni mucho menos por odio. Simplemente son su adicción, su forma de vivir, su juego. Quitar la vida a otros es lo que se la da a él mismo. Por eso, durante los últimos años no ha parado de realizar crímenes, sin parar un instante, sin respiro. Su detallada inteligencia, su conocimiento elevado le han llevado a no dejar pista alguna. Perfecto criminal. Atormentando asesino.